Sobre las cinco de la tarde puntualmente hacía acto de presencia la cruz de guía y los primeros nazarenos de la hermandad estudiantil del Stmo Cristo de las Misericordias y Ntra Sra de las Lágrimas.
El tiempo ponía en duda la salida, ya que estaba completamente encapotado el cielo y cayendo algunas gotas de agua muy fina, pero lo suficiente como para echar atrás una estación de penitencia. No siendo así éste lunes santo, ya que las noticias que tenían sobre el tiempo eran bastante buenas. Asi pues, la hermandad se echó a la calle para que cristo derrochara misericordias y María llorara por él.
Una vez en carrera oficial, la hermandad se lució y se estiró para hacer más bella la estampa del crucificado más antiguo de la ciudad de Jaén. Trás él, la banda del Stmo Cristo de la Expiración volvía a acompañar con sus sones cofrades al llamado cristo.
Bella como siempre, Ntra Sra de las Lágrimas recorrió todas las calles, haciendo hincapié en la carrera oficial en donde se lució con todo rigor, y en donde sus costaleros la mecían con mucha dulzura a la vez que elegancia. Uno de los momentos más esperados por la propia cofradía es la salida, ya que la tuna universitaria le reza cantando varias canciones bailando con la sagrada imágen.
En la calle almendros aguilar empezó a lloviznar y se vio bastante negro pero por suerte luego se fue abriendo el cielo y pudimos disfrutar con un señor paso como el de los estudiantes y la preciosa virgen de las lágrimas
Que alegría me da contemplar que en estos 8 años que llevo viviendo fuera de Jaén y sin poder estar in situ en la salida procesional de los Estudiantes, hay cosas que aún no han cambiado y que espero no cambien nunca. Me refiero a la salida de la Virgen de las Lágrimas y al acompañamiento de la tuna. Es un momento que desde niño me sigue emocionando. No digo que los cambios sean malos, sino que lo que ya es en sí perfecto, que por favor no se toque.