La Cofradía de la Virgen de la Capilla ha emprendido la restauración de los cuatro ángeles portadores de la peana, que en el año 1965 vinieron a Jaén dentro del conjunto del “trono procesional” de la Virgen de la Capilla, obra de orfebrería Angulo de Lucena en metal plateado. “Gracias al empeño de la vocalía de Manifestaciones Públicas y Patrimonio, en breve podremos contemplarlos en todo su esplendor”, informan desde la hermandad de la Patrona de Jaén. La jienense María José López de la Casa será la encargada de acometer los trabajos de restauración cuyo coste asumirán cuatro familias.
El trono, tenía como pieza más significativa y valiosa la peana de la Virgen, formada por una nube sobre la que se mostraba a Jaén a la Virgen de la Capilla, aludiendo al descenso. Esa nube es de plata de ley y se elevaba del suelo por estos referidos cuatro ángeles. El año de 1997 fue el último en que fueron procesionados la nube y los referidos ángeles. El conjunto en sí era un tipo de mesa, para la cual los ángeles eran las cuatro patas. De hecho, estos ángeles tienen su cuerpo hueco. Sobre ellos encajaba las patas de la nube. “Aquel 11 de junio, gracias al Hermano Mayor Antonio Carrascosa, se volvió a retomar la loable costumbre de revestir a Nuestra Señora de la Capilla con sus vestidos y galas, se vio la inestabilidad de esta peana y se optó por procesionar la peana de plata de camarín, de 1742. Desde entonces, los ángeles quedaron en la Casa Museo pero en el olvido. Ahora, 24 años después se pretende devolver su esplendor a los mismos, para lucimiento en los altares del cultos; en su paso procesional o donde la fabricanía acuerde, así como el día de mañana sí se puede restaurar y adaptar la nube como peana situarlos en su entorno”.