Amanece y ya es sueño hecho canción;
vuelo de pelícano, contrafuerte
del sacramento del Amor, que es Redención
por la Cruz, roja su flor; Buena Muerte.
Del sarraceno, liberación; eres Perdón,
que ante el necio sanedrín, al prenderte,
haces filigranas con áureo cordón,
atado a la columna sin vencerte.
Mientras ángeles lloran, Tú, esquivo,
la Catedral, vigía, y Tú, Cautivo
pisoteas sin vencerte flores mustias,
pues caída ya la noche, en tanto avanza,
impelida por palomas, la Esperanza,
reinando, encaje al vuelo, mis Angustias.