Poco más de un mes hace que el primer palio de nuestra Semana Santa, cuyo techo estrenaba bordado, salvaba la puerta del templo para recibir el sol y el calor de Jaén. En el recuerdo queda ya la primera marcha, aquellos pétalos derramados desde los balcones, las levantás al cielo y los inmaculados capirotes de su cortejo. Ahora, en el mes de María, la Virgen de la Paz también ha sido la primera en asomarse a su barrio para rezar con su gente el Santo Rosario.
Sin bullas, ni horarios que cumplir en carrera oficial, el Rosario Vespertino de María Santísima de la Paz permitió a los presentes participar en una oración colectiva y sobrecogedora, tan pública como íntima. Una manifestación de fe que también tuvo un estreno destacado, el manto blanco bordado por Artesanía Cofrade “R&J” y donado por las Camareras y los propios bordadores. Se trata de un manto de vistas, realizado sobre terciopelo beige y bordado en técnica de aplicación enriquecida con sedas de colores, hojilla de oro y pedrería.
Fotografías: Felipe Utrera