El Triduo en honor a María Santísima de la Estrella ha vuelto a poner de manifiesto el buen gusto y el excelente trabajo del equipo de priostía y fabricanía de una hermandad que cuenta con la ventaja de poder disponer de la Iglesia Conventual de la Purísima Concepción, siempre gracias a la buena disposición de las Madres Dominicas. La colaboración y el saber hacer dan como resultado un altar impresionante para realzar la belleza de María Santísima.
En esta ocasión, la hermandad de la Alcantarilla ha querido hacer un guiño especial a su vinculo dominicano, del que este curso cofrade se cumplen diez años. El banderín dominico o la bambalina trasera del palio en la que se funden los escudos de la cofradía y de la orden de predicadores, han estado presentes en la escena. El Padre dominico D. Antonio Praena, de la Orden de Predicadores, ha sido en encargado de oficiar este triduo en el que han jurado los nuevos hermanos de pleno derecho y han recibido las manos de plata del Señor de la Piedad aquellos que han cumplido las bodas de plata como cofrades de esta corporación del Domingo de Ramos.
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos