Fué lugar de peregrinación durante siglos. Desde el viejo reino de Castilla y Andalucía oriental, miles de personas viajaron a la antigua Cabrilla para rendir pleitesía al “milagroso” lienzo del Santo Cristo de Burgos, pero la Posguerra debilitó la tradición. Ahora, el Gobierno cabrileño se propone recuperarla y el proceso para lograrlo comienza hoy.
Como quien se afana en avivar las ascuas de un antiguo fuego, así ha trabajado el Ayuntamiento de Cabra del Santo Cristo, en los últimos meses, para recuperar una tradición secular, la peregrinación de hermandades de Andalucía oriental y el antiguo Reino de Castilla hasta el municipio para rendir tributo al lienzo del Santo Cristo de Burgos. Una copia de la imagen del gótico naturalista del mismo nombre, del siglo XIII, que, el 20 de enero de 1636, recaló en este pueblo de Mágina para quedarse en él para siempre.
Cuentan las crónicas que el lienzo pertenecía al noble burgalés Jerónimo de Sanvítores y de la Portilla, a quien Felipe IV había nombrado corregidor de Guadix, y lo había enviado, junto con todas sus pertenencias, hasta el municipio granadino. Sin embargo, en el camino, los arrieros que lo transportaban pernoctaron en Cabrilla —como se conocía antiguamente a Cabra de Sto Cristo—, pararon en la posada de María Rienda Soto y allí se produjo el “milagro”. “Esta mujer —explica el alcalde de Cabra de Santo Cristo, Luciano Vilches— era manca y, al ver aquello tan bien embalado, quiso saber lo que era. Lo abrió por un lado y, al tocarlo, se le curó la mano”. La noticia del portento se extendió como la pólvora y, cuando el noble quiso llevarse el cuadro, los vecinos se sublevaron hasta que consiguieron que el señor cediera. Ocurrió el 14 de septiembre de 1636 y convirtió Cabra de Santo Cristo en sitio de peregrinación. Ahora, el Gobierno local intenta recuperarla. En este sentido, esta tarde, se celebrará una misa a la que asistirán hermandades de Jimena, Murcia y Serón (Almería) y, luego, una procesión.