La Sala Capitular de la Santa Iglesia Catedral de Jaén fue el escenario elegido para la presentación del cartel del Corpus Christi 2018 de la ciudad de Jaén. Este curso, en el que la Diócesis está inmersa en el Año de la Comunión, se ha elegido un motivo textil: se trata de un detalle del velo humeral que el sacerdote se ponía sobre los hombros cuando llevaba la comunión a enfermos, impedidos y moribundos, cubriendo el portaviático en que estaban depositadas las Sagradas Formas.
El acto contó con la presencia del presidente de la Agrupación de Cofradías de la ciudad de Jaén, D. Francisco Latorre y el Hermano Mayor de la Cofradía Sacramental de la Buena Muerte, D. Manuel Rico, quienes acompañaron al Deán de la Catedral y Vicario General de la Diócesis, D. Francisco Juan Martínez Rojas, encargado de la presentación y explicación del significado del cartel del Corpus elegido para este año.
Comenzó su presentación con una introducción en la que puso de manifiesto, con las palabras del Obispo de Jaén en su Carta Pastoral para el Año de la Comunión, la importancia para la vida del cristiano y de la Iglesia de la Comunión: “La comunión es una tarea eclesial continua- afirmó el Deán- pero de mayor calado, si cabe, para la Iglesia que hace su singladura apostólica en el tercer milenio de la fe cristiana”.
Para después describir, con una bella precisión, la procedencia y el significado eucarístico del motivo elegido este año para ilustrar el cartel anunciador del “Día del Señor”. El Deán precisó: “Se trata de una notable obra textil, de taller desconocido, aunque su realización cabe situarla en el período de renovación de los ornamentos de la Catedral, que llevó a cabo el Obispo fray Benito Marín (1750-1769), continuada posteriormente con los ornamentos que regaló al primer templo diocesano el también Obispo diocesano D. Agustín Rubín de Ceballos, muchos de los cuales provenían de los afamados talleres del artesano toledano Domingo Molero”. Para continuar explicando, de forma magistral, la fusión de lo “evangélico y de lo teológico” en la imagen escogida para este Corpus 2018. “En el centro del capillo, que caía sobre la espalda del sacerdote, el bordador ha diseñado, con letras clásicas, la abreviatura del hombre de Jesús, que en griego eran las letras iota, eta y sigma, que en latín se convirtieron en IHS”. El Deán Martínez Rojas continuó dibujando con la palabra una bella descripción de la significación de los bordados que adornan el IHS del velo humeral. Así pues, expuso que el artífice de esta obra textil diseñó unas prolongaciones que se concretan en espigas y ramos de uvas. De este modo, “Jesús se hace presente de manera real y sacramental, para ser alimento de vida eterna y bebida de salvación, para ser, como revela el velo humeral o capillo, viático para enfermos e impedidos, y salvoconducto de eternidad para quienes se disponen a realizar el último trayecto de su peregrinación a la casa del Padre, poniendo en su interior, con la Eucaristía, una semilla de inmortalidad, que asegura una vida que es eterna, porque va más allá de la muerte, y en las especies eucarísticas hace presente la resurrección de Cristo”.
Para concluir su presentación, recordó al público, la importancia que para los cristianos tiene vivir en comunión: “No podemos caminar como Iglesia si no vivimos la comunión: con Dios y entre nosotros. De este modo nos dejamos ganar por la unidad, que es más fecunda que el individualismo estéril. Para vivir la comunión nada mejor que la Eucaristía. La Iglesia celebra la Eucaristía y la Eucaristía forja, hace y modela a la Iglesia. Por ello, de la mejora de nuestra vida eucarística depende que expresemos sinceramente nuestra comunión, y que del sacrificio eucarístico tomemos también fuerza para vivir en comunión con Dios y como Iglesia”. A la vez que animó a participar de los actos cultuales que se organizan, cada año, en torno a la solemnidad del Corpus Christi.