Es lo que nos queda. Siete días y siete noches en vela. Así ha iniciado el pregonero la exaltación de la Semana Santa de Jaén de 2018. Juan Francisco Ramírez ha recorrido las particularidades de las hermandades pasionistas de Jaén a través de 14 sentimientos, en un pregón original en la forma, profundo en el fondo, y bello, con poesía y prosa y una naturalidad en la tribuna que se agradece en actos, en ocasiones, encorsetados por el protocolo.
El Teatro Infanta Leonor ha acogido en este Domingo de Pasión un acto en el que han estado presentes el Obispo de Jaén, D. Amadeo Rodríguez Magro, y el alcalde de la ciudad, D. Javier Márquez, entre otras autoridades civiles y religiosas. Después de la interpretación, a cargo de la Banda Municipal, de las marchas “Nuestro Padre Jesús” y “Estrella Sublime” María José Chica, pregonera de 2017, ha sido la encargada de presentar a su sucesor, quien a lo largo de 90 minutos, ha ido cautivando a los presentes con mensajes directos, críticos en ocasiones, y emocionantes, en otras. Como era de esperar, los momentos más especiales del pregón han llegado cuando el pregonero se ha referido a la Madrugada Nazarena y a sus inicios cofrades en San Ildefonso, mientras que el culmen se ha producido en el recorrido junto al palio de la Estrella en su Domingo de Ramos, mientras suena la marcha “Rocío”.
Respecto a la parte estética del escenario, junto a los pendones de la ciudad de Jaén y de la Agrupación de Cofradías y Hermandades, la Cruz de Guía de la Estrella. Una saya y diadema de María Santísima de la Estrella, una imagen de la Virgen del Rosario, y la corona y las potencias de Nuestro Padre Jesús Nazareno, han conformado el atrezo en el que también ha destacado la parte vegetal, un símbolo inequívoco de la primavera que se acerca.
Fotografías: César Carcelén