Cada Domingo de Ramos se presenta al pueblo entre vítores. Sin embargo, unas semanas antes, también se presenta a sus devotos entre el silencio de la clausura. En un ambiente de oración que ha vuelto a congregar a los hermanos de la Estrella en la coqueta capilla dominica. En un bello altar en el que las flores de talco se han mezclado con la luz, Nuestro Padre Jesús de la Piedad ha presidido el Triduo en su honor. Se acerca el Domingo de la Luz en la Alcantarilla
Fotografías: Manuel J. Quesada Titos