El Triduo a Nuestro Divino Redentor, Jesús Cautivo, ha vuelto a unir a la cofradía con su barrio durante tres días de oración en el inicio de la Cuaresma. En el Altar de la parroquia de Santa Isabel, la imagen que concibiera Romero Zafra ha centrado las miradas, ruegos y peticiones de unos cofrades que ven como se acerca el Miércoles que les volverá a llevar al centro de la ciudad el carácter trinitario de una hermandad y un barrio.
Fotografías: José M. Anguita