Es, sin lugar a dudas, el manto de la nostalgia, porque hasta este año, el palio de la Soledad visto desde la trasera simbolizaba el final de una Semana de emociones y pasiones, a la espera de la luz del Domingo de la Vida. Sin embargo, el negro fundido en la misma oscuridad de la noche más triste se verá muy distinto a partir de ahora. La Hermandad de la Soledad estrenará el próximo Viernes Santo el bordado del manto de procesión, reincorporando el escudo de la cofradía en oro bordado por las Reverendas Madres Dominicas y donado por Sebastián Barajas en 1956 y que llevó en el manto de procesión hasta el año 2007. Junto al escudo, se van a pasar al manto unos bordados del antiguo manto de cultos.

Además de este estreno, la Soledad también presentará otras novedades en la tarde del próximo Viernes Santo, como el traje de muñidor en terciopelo negro , basado en la indumentaria de la corte española  y en consonancia con los trajes que visten los portadores de los faroles de mano para el frente de procesión, los propios faroles de mano o viáticos para frente de procesión, de alpaca plateada, y el bordado de los 6 respiraderos del paso del Santísimo Cristo Yacente.