No se lleva el negro. Así de sencillo. Así de raro. En una ciudad como Jaén, con varias hermandades por jornada durante Semana Santa, es difícil encontrar cortejos que se distingan por el recogimiento, el rigor penitencial y por vestir túnicas de color oscuro y sin capa.
Y lo que es más extraño, no proliferan dentro de las nuevas hermandades y grupos parroquiales, movimientos a favor de fomentar desfiles penitenciales donde la austeridad en sus Imágenes y pasos, el silencio entre sus hermanos de luz o las túnicas de ruan negro como traje de estatutos sean los signos de identidad.
Difícil en una ciudad donde la mayor carencia que apreciamos desde las calles es la ausencia de hermanos nazarenos. Falta tradición y costumbre en el plano de revestirnos con la túnica nazarena. Tanto es así, que en ocasiones, casi podemos apreciar que más que vestir la túnica de nuestra hermandad con todo el significado y responsabilidad que conlleva, nos disfrazamos un día al año para acompañar a nuestros hermanos en el día grande de nuestra Semana Santa.
Y digo esto, porque aún es caballo de batalla en las juntas de gobierno de nuestras hermandades, las continuas riñas y tirones de oreja a aquel hermano que no comprende que las zapatillas, la ausencia de guantes, el corto de su túnica o la forma de portar su cirio, no son dignas del mensaje que intentan transmitir sus hermandades, mensaje que viene impuesto por las Santas Reglas de cada una de ellas.
Pero quizás, esa falta de proliferación de hermandades de negro, pueda deberse a la edad de quien viste el traje de estatutos en las cofradías jiennenses. Excepciones aparte, nuestros cortejos de hermanos de luz suelen estar formados por jóvenes que esperan a cumplir la edad requerida para poder portar a las sagradas Imágenes titulares de su hermandad.
Con este panorama, nos encontramos con la situación de que no es precisamente la madurez la seña de identidad apreciada entre las filas de hermanos nazarenos. Madurez que es necesaria para poder entender el significado de vestir un traje de estatutos, para comprender y atender a las órdenes de nuestros fiscales de tramo, madurez para poder interiorizar el misterio de esa intimidad y recogimiento que experimenta quien realmente se pierde entre la multitud de manera anónima acompañando a sus hermanos.
Harina de otro costal sería que las juntas de gobierno de todas las hermandades de Jaén, las instituciones que controlan los tiempos de paso, y cada uno de los que formamos parte de este ámbito cofrade, entendiéramos que es posible que por nuestra forma de entender nuestros cortejos, con su exagerada lentitud en su discurrir, estamos condenando a esos hermanos de edad madura, que por los excesivos parones que nuestra forma de andar conlleva, a renunciar a engrosar las filas nazarenas.
Con todos estos condicionantes, es complicado que en nuestra ciudad podamos ver cortejos austeros, rápidos en sus discurrir, en silencio, con impecables trajes de estatutos y con el recogimiento que una hermandad de negro requiere.
Excepciones, las hay, véase la hermandad del Silencio, pero no me digan que no es raro, que de tantas hermandades como contemplamos durante toda nuestra Semana Santa y con tantos movimientos de grupos parroquiales y pro hermandades como hay hoy en día, nadie apueste por un cortejo vestido de negro ruan y esparto, con altos capirotes, sin estridencias, ni se decida fomentar el silencio, el rigor, la austeridad y la hondura en su discurrir.
Me da a mí, que importamos tan solo aquello que nos interesa de otras Semanas Santas de ciudades de nuestro alrededor, quizás porque es más fácil atraer al cofrade al amparo de un imponente paso de misterio con un espectacular canasto o a los sones de una gran formación musical, que inculcar un sentimiento amparado en la meditación y el orden dentro de la intimidad en nuestra manifestación pública de fe.
Santiago Capiscol
Este artículo fue incluído en el nº1 de la revista Pasión en Jaén.
Muy buen artículo de Santiago Capiscol, solamente le pondría un pero a este texto tan bien redactado por mi compañero de cofradía, y es el hecho de que, aunque apunta con gran acierto el ejemplo de la Hermandad del Silencio por su seriedad y recogimiento en su estación de penitencia de cada Martes Santo,olvida a la Hermandad Sacramental de la Buena Muerte como ejemplo de Cofradía, que aunque no es de corte silencioso o vista al completo de negro, nutre en gran medida sus largas filas de hermanos de luz con personas de edad adulta, y con la madurez suficiente para saber que en esas horas, todo respeto y recogimiento es poco para hacer ver lo grandioso que es para un cofrade, seguir a Jesús en su penitencia en la Santa Cruz. El recogimiento, orden, seriedad y fervor de esta Hermandad de la Buena Muerte en la calle, debe ser un ejemplo para el resto de Cofradías que forman la Semana Santa jiennense.
Saludos Santiago, y de nuevo enhorabuena por este gran artículo, sigue así.
Lo siento, y sin mal entendidos. No estoy de acuerdo, la unica cofradía que si que lo cumple es el silencio. Punto, para mi parecer. Es una opinion . Pero el tramo de nazarenos de la Hdad de la Buena Muerte es como el de cualquier otra cofradía. No puedo evitar no comentar el iadecuado comportamiento de los nazarenos ante el imprevisto de la lluvia el pasado Miercoles Santo, invadiendo el cortejo procesional de la Hdad. del Perdon, cuando ésta ya se encontraba dentro de Bernabé Soriano y los nazarenos de la Buena Muerte imvadieron tal cual, el cortejo de la Hdad del Perdón, sin comentar ya el empuje a la BM de Ntra. Sra. de la Amargura que acompaña a María Santísima de la Esperanza por parte de los nazarenos del tramo del cristo de la Buena Muerte. Lo siento pero ese día, no sapieron mantener la compostura para mi parecer.
Veo que no me has entendido prácticamente en nada, en ningún momento he dicho que la BM sea una Hermandad de silencia, ya que ha todas luces no lo es ni lo ha sido nunca, por otro lado, los acontecimientos del pasado año fueron excepcionales, pero no quiero dejar pasar el hecho de que los hermanos de luz del tramo del Cristo de la Buena Muerte y del tramo del Descendido se mantuvieron detrás del Titular de la Hermandad (es decir, la inmensa mayoría del larguísimo cortejo con el que cuenta la Buena Muerte, segundo de la Capital después de Nuestro Padre Jesús). Además, el Trono del Stmo. Cristo de la Buena Muerte, como supongo que sabrás que se quedó encajonado entre la calle Virgen de la Capilla y Tablerón. Mientras tanto, el Cautivo y el Perdón se refugiaban en la Sede Canónica de la Buena Muerte (La Catedral).
Por tanto, en mi opinión no se puede juzgar la compostura de una Hermandad que tiene desde hace muchísimos años la fama de ser la más ordenada en su itinerario en nuestra Semana Santa, por el comportamiento de una serie de nazarenos que se apresuraron a resguardarse de la lluvia en la Catedral. En cambio la mayoría del cortejo pasó por Tribuna con tranquilidad pues ya había parado de llover. Lo peor del chaparrón se lo llevó el Trono de la Buena Muerte que no pudo avanzar ni retroceder por el tapón que se formó.
El caso es que interrumpisteis el cortejo de la Hdad del Perdón. Son cosas extraordinarias el tema de la lluvia, desde luego, pero es ahí donde se muestra la compostura. Nosotros somos la tercera hermandas con mas hermanos detras de la Buena Muerte y el Abuelo y nosotros supimos mantener la calma en esos momentos y todos nuestros hermanos de luz mantuvieron el cortejo ordenadamente. Es simplemente un comentario sin malos rollos algunos, desde luego. Un saludo
Triste. Muy triste. Asi nos va. Se empieza hablando de la falta de estaciones verdaderamente penitenciarios y se acaba “discutiendo” por si son galgos o son podencos.
Precisamente dos grandes hermandades, de las más grandes de Jaén pero que de austeras y recogidas nada o muy poco.
La Buena Muerte ha llevado a sus portadores a cara descubierta muchísimos años sin una razón aparente y, excepto durante la epoca como hermano mayor del señor Cañones, sus penitentes visten zapatillas deportivas, túnicas por debajo de la rodilla y otros despropósitos.
El Perdón adolece de lo mismo con el agravante que quien llevan a la túnica por debajo de la rodilla era un nazareno de Servicio. También se ha buscado el aplauso fácil con las carreritas del paso de palio.
Todas las hermandades deben de callar en cuanto a austeridad y si hay que exceptuar alguna, yo salvaría La Humildad, la Expiración, Soledad y Santo Sepulcro. Las demás, incluida la mía, son folclore y fe y pasión y devoción a partes iguales… y tampoco está tan mal no creéis?
Voy a negar la mayor porque durante varios años lo he vivido en primera persona. En el Silencio también hay cortes, parones y la vuelta difiere mucho de la ida (tanto en número de nazarenos como en actitud). Yo he visto nazarenos del Silencio “jugando” con la cadena y echandose sus risas. No es un cortejo tan malo como otros, claro está, pero también tiene sus cositas. En Jaén nadie es ejemplo. Todas tienen que callar y todas tienen que aprender
El papel del nazareno en el cortejo supone un problema que viene muy de lejos. No se le reconoce la importancia que tiene y se ve más como un “relleno”. Y claro, quien va de nazareno al ver el percal tampoco es que se “esfuerce” mucho.
En otros lugares al nazareno, por lo general, se le espera, se le respeta. Hay detalles que marcan la diferencia: ir organizados en tramos cláramente identificables, respetar el orden y la antigüedad en los mismos, guardar
más uniformidad, regalar estampas a adultos o caramelos a los niños.
Y no hablo sólo de Sevilla (para los sevillófobos”).
La buena muerte es una hermandad que parece que pocoa a poco vuelve a ser seria..quedan atras esas desbandadas de esos costaleros en correos o bebiendo en el pan y aceite,La unica seria hoy por hoy en jaen es la hermandad de la humildad y silencio( sus fallos tendran como todas),ya que veo que algunos no se saben el nombre aún y Juan para tu informacion que veo que escribes por escribir,el tiempo de subida es superior al tiempo de bajada que se hace bastante ameno y ligero y el numero de nazarenos…ve el martes santo al encierro y te invito a que cuentes cuantos huecos hay de nazarenos que se han marchado te sorprenderas.antes de criticar hay que informarse
Buenos dias
Solo hablo como espectador de esta Semana Santa, pues, aunque como todo el mundo tengo mis favoritas, no pertenezco a ninguna Congregación o Cofradía. Desde mi punto de vista, si que hay recogimiento y saber estar en algunas de las cofradías de la capital. Humildad y Silencio es un claro ejemplo de ello como ya se ha comentado, pero no podemos olvidar otras como Santo Sepulcro o Soledad, con sus trajes negros y el silencio de su cortejo. Es cierto que son cortejos deslucidos, probablemente por el día en el que realizan su estación, ya que nadie podrá negarme que en esa ciudad, la Semana Santa acaba con la Madrugada del Viernes Santo.
Soy de la opinion de que ese recogimiento que podrían aportar esas dos cofradias, y que a mi entender aportan, se desluce en gran medida por la actitud del espectador, y no por si mismas. Por eso me gustaría instar a todo aquel que lea esto a continuar acompañando también a esos dos cortejos, sin duda alguna, de los más bonitos, significativos, antiguos y castizos de nuestra Semana Santa.