Hoy ha tenido lugar en las dependencias del a Curia Diocesana el juramento de los nuevos miembros del Consejo Episcopal. La constitución de este nuevo Consejo obedece a la reestructuración de las Vicarías existentes hasta ahora, mezclándose la necesaria continuidad con la no menos necesaria renovación en aras de un mejor servicio a la Iglesia diocesana.
Al frente de la Vicaría General seguirá D. Francisco Juan Martínez Rojas. La Vicaría de Evangelización será dirigida por D. Juan Ignacio Damas López. En la Vicaría de Caridad y Acción Social continuará D. Juan Raya Marín. Para las Vicarías de nueva creación el Sr. Obispo ha nombrado a los siguientes sacerdotes:
Vicaría de Comunicación y Coordinación, D. Andrés López Ángeles.
Vicaría de Culto, Espiritualidad y Vocaciones, D. Raúl Contreras Moreno.
Vicaría de Asuntos Económicos, D. Rogelio de Jesús Garrido Checa.
Una vez realizada la profesión de fe y el juramento de los nuevos Vicarios, tomó la palabra el Sr. Vicario General que, en su nombre y el de sus compañeros, agradeció al Sr. Obispo la confianza depositada en quienes comenzaban o continuaban con este servicio a la comunidad diocesana, al tiempo que rogó a nuestro Prelado comprensión, paciencia y sabios consejos, como director y guía supremo del rebaño encomendado. Prometió fidelidad, comunión y espíritu de servicio, para lo cual rogó la oración de todos los presentes. Terminó su intervención encomendando esta nueva etapa de la vida diocesana a la Virgen del Rosario, memoria litúrgica del día, para que sea ella, modelo de humildad y ternura, mujer orante y trabajadora, contemplativa y en continua salida hacia los demás, la que guíe los pasos de los nuevos Vicarios en este servicio al Obispado y a la Iglesia de Jaén.
El Sr. Obispo respondió a las bellas palabras del Vicario General agradeciendo la disponibilidad de los nuevos miembros del Consejo de Gobierno, destacando que lo verdaderamente importante es el proyecto diocesano, el éxito de la misión, de la cual todos somos humildes colaboradores, y que contamos con un presbiterio preparado, capaz de afrontar los retos que hoy se plantean en la Iglesia, por lo que otros también podían haber sido elegidos para desempeñar estas tareas de colaboración en el gobierno diocesano. D. Amadeo recordó, además, que el encargo recibido constituye una responsabilidad, de forma que los llamados han de ir creciendo en santidad a lo largo del tiempo en el que servirán a la Iglesia de Jaén.