Un misterio insondable que traspasa lo más profundo del
corazón y de las almas y que se vivifica cada año desde 1227. Así se
escribe cada año la historia de la Aparición, en plenas calinas
agosteñas, cuando el bermejo y vigoroso sol se pierde por las imponentes
y señeros montes de Sierra Morena, a la altura de un Cerro ya basilical
llamado de la Cabeza, auténtico epicentro de fervor y amor marianos,
que se propagan y extienden cada vez con más fuerza y vigor por tierras
limítrofes y zonas insospechadas.
corazón y de las almas y que se vivifica cada año desde 1227. Así se
escribe cada año la historia de la Aparición, en plenas calinas
agosteñas, cuando el bermejo y vigoroso sol se pierde por las imponentes
y señeros montes de Sierra Morena, a la altura de un Cerro ya basilical
llamado de la Cabeza, auténtico epicentro de fervor y amor marianos,
que se propagan y extienden cada vez con más fuerza y vigor por tierras
limítrofes y zonas insospechadas.
Un total de 57 cofradías participaron en el 783
aniversario de la Aparición, en la tarde-noche del 11 al 12 de agosto, y
revivieron aquella legendaria y mirífica encomendación de “La Morenita”
a un pastor de Colomera, llamado Juan Alonso de Rivas, que ha germinado
y fructificado con un halo de fe y fervor en cientos de miles de almas y
devotos.
aniversario de la Aparición, en la tarde-noche del 11 al 12 de agosto, y
revivieron aquella legendaria y mirífica encomendación de “La Morenita”
a un pastor de Colomera, llamado Juan Alonso de Rivas, que ha germinado
y fructificado con un halo de fe y fervor en cientos de miles de almas y
devotos.
La cofradía de la localidad granadina de Colomera recoge
con gallardía y satisfacción el testigo del primer pregonero, de una
inmensa llama de amor que ha prendido con intensidad. Su hermana mayor,
Silvia Camarero, señala con emoción que el acto de la Aparición es sin
duda el acto más grandes para esta localidad, de unos 1.500 habitantes.
«Venimos medio pueblo, aunque tengamos que trabajar al día siguiente»,
confiesa.
con gallardía y satisfacción el testigo del primer pregonero, de una
inmensa llama de amor que ha prendido con intensidad. Su hermana mayor,
Silvia Camarero, señala con emoción que el acto de la Aparición es sin
duda el acto más grandes para esta localidad, de unos 1.500 habitantes.
«Venimos medio pueblo, aunque tengamos que trabajar al día siguiente»,
confiesa.
Cada vez más
Esta leyenda se va acrecentando, porque en la última
edición se ha testimoniado el incremento de cofradías, con la
incorporación a esta gran familia romera, de Palma de Río, Cabra,
Almería, Begíjar, Torres y Málaga (cuya cofradía le ha insuflado un auge
inusitado a la devoción en cinco años, desde la grandeza, la unión y el
corazón), que se unen a las clásicas de Rute (su coro cantó en la
misa), Martos, Arjona, Alcalá la Real y Puertollano. En medio se hallan
cofradías de todos los puntos de Andalucía y de las regiones de
Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña o Valencia, entre otros puntos.
edición se ha testimoniado el incremento de cofradías, con la
incorporación a esta gran familia romera, de Palma de Río, Cabra,
Almería, Begíjar, Torres y Málaga (cuya cofradía le ha insuflado un auge
inusitado a la devoción en cinco años, desde la grandeza, la unión y el
corazón), que se unen a las clásicas de Rute (su coro cantó en la
misa), Martos, Arjona, Alcalá la Real y Puertollano. En medio se hallan
cofradías de todos los puntos de Andalucía y de las regiones de
Castilla-La Mancha, Madrid, Cataluña o Valencia, entre otros puntos.
Las cofradías fueron saludadas en la lonja del Santuario
por la comitiva de la Real Cofradía Matriz, con su presidente, José
María González, a la cabeza, con representantes de las fuerzas de
seguridad, de la Agrupación de Cofradías y del Ayuntamiento. En el altar
del templo, ya basílica, ofrecieron los productos típicos de sus zonas
de origen y fueron recibidos por el rector del Santuario, Isidoro
Murciego, y por el párroco Rafael Márquez.
por la comitiva de la Real Cofradía Matriz, con su presidente, José
María González, a la cabeza, con representantes de las fuerzas de
seguridad, de la Agrupación de Cofradías y del Ayuntamiento. En el altar
del templo, ya basílica, ofrecieron los productos típicos de sus zonas
de origen y fueron recibidos por el rector del Santuario, Isidoro
Murciego, y por el párroco Rafael Márquez.
La recepción precedió al traslado de la Virgen desde su
camarín hasta las andas, que deja una huella imborrable en sus
protagonistas. Así fue el caso de la alcaldesa en funciones, Rosa María
Fernández de Moya, quien tuvo por primera vez la oportunidad de coger a
“La Morenita”. «Ha sido una experiencia muy profunda que le dedico a mi
madre, que nos dejó hace 20 años y que hoy La Virgen de la Cabeza me ha
acercado a ella», dijo. Después de esta emotiva confesión llegó la
salida gozosa de la imagen, para estar cerca de sus fieles.
camarín hasta las andas, que deja una huella imborrable en sus
protagonistas. Así fue el caso de la alcaldesa en funciones, Rosa María
Fernández de Moya, quien tuvo por primera vez la oportunidad de coger a
“La Morenita”. «Ha sido una experiencia muy profunda que le dedico a mi
madre, que nos dejó hace 20 años y que hoy La Virgen de la Cabeza me ha
acercado a ella», dijo. Después de esta emotiva confesión llegó la
salida gozosa de la imagen, para estar cerca de sus fieles.