El Triduo a María Santísima de la Paz y el Septenario a María Santísima de la Amargura han servido para cerrar el mes de enero con los primeros cultos de las hermandades de Pasión ante la inminente Cuaresma. Primeros altares efímeros y besamanos a la Madre de Dios en una pre Cuaresma que comienza a apretar el calendario y a marcar en rojo las fechas importantes de cada cofrade.