La Hermandad de la Buena Muerte lleva a cabo estos días, bajo la dirección del restaurador Néstor Prieto Jiménez, un tratamiento preventivo de mantenimiento de la venerada imagen de Nuestra Señora de las Angustias, obra de José de Mora, del siglo XVIII. La actuación que se realiza sobre la imagen es el primero que se lleva a cabo de este tipo desde principios de los años ochenta y persigue mejorar la conservación de la talla, tanto de la Virgen como del Cristo que yace en sus brazos.
Por este motivo, Nuestra Señora de las Angustias ha abandonado su capilla en la Santa Iglesia Catedral, sede canónica de la Hermandad, lugar al que regresará para estar presente en los actos y cultos propios del Tiempo de Cuaresma, así como para ser posteriormente entronizada y ocupar su lugar en la procesión de penitencia del próximo Miércoles Santo.