Desde 2006 no vivía Jaén la plenitud de su Semana Santa y dos años venía la capital del Santo Reino sin ser testigo de la Resurrección del Señor. Demasiado castigo para una hermandad joven que atraviesa momentos complicados, en buena parte, condicionada por vivir a caballo entre la Pasión y la Gloria. Por ello, si alguna cofradía necesitaba echarse a las calles este 2015 era la del Señor Resucitado y María Santísima de la Victoria, porque también es una forma de reivindicar la atención que merece aquello sin lo que todo lo anterior, no tendría sentido.
Con un primer paseo por su barrio de San Ildefonso, comenzó el cortejo procesional de esta Cofradía acompañada por la gran mayoría de las hermandades de Pasión, en corporación, y en menor medida, de las de Gloria. También se mermaron, como se preveía al haber procesionado todas las hermandades, las filas de cofrades que acuden con su traje de estatutos y que dan el toque colorista a esta procesión del Resucitado que echa en falta a sus nazarenos blanquidorados.
Al frente, niños con campanas anuncia la alegría de la Vida Eterna, plasmada con Jesús triunfante que eleva los brazos al cielo de la primavera más pura. José Carlos Prieto comandó la cuadrilla de costaleras del Señor, otro gran grupo de mujeres forjadas tras muchos años bajo una parihuela y que en esta ocasión estrenaban su costal. Caminaron de frente al compás de la Agrupación Musical de La Estrella que ponía las últimas marchas a la Semana Santa de Jaén.
Una Semana de Pasión que se funde con la Gloria cuando aparecen las mujeres con mantilla blanca y al fondo aparece el paso de María Santísima de la Victoria. Un paso que reclama con urgencia el palio. Los varales aguardan en la Casa de Hermandad para portar las bambalinas que cubran del sol el bello rostro de esta Virgen Niña que recuperara Mario Castellanos. Victoria que también reclamó costales que la portaran y ante la que se ofrecieron quienes no distinguen de advocaciones en la misma Virgen. Aunque para flojo, el acompañamiento musical de la Banda de Música de Jaén, profesionales de reconocida trayectoria y calidad que interpretan con finura pero sin fuerza. Tanto, que en ocasiones, la bulla y el murmullo se comió las marchas y el toque de una percusión nimia.
Casi sin querer llegar a la Basílica Menor de San Ildefonso, regresó la Hermandad que experimentó este año su paso por Maestra y que vio como con el cierre de puertas del Templo se cerraba una Semana Santa histórica, entre otras cosas, por su plenitud, y se abría la de 2016, para la que las hermandades empiezan ya a trabajar.
Domingo de Resurrección:
Fotografías: César Carcelén
muy bien juan luis plaza “criticando” a todas las hermandades de Jaén gente como tu hace que la semana santa de jaen vaya en aumento. gracias un saludo
¡Muy acertada la crónica!
Y bajo mi punto de vista todas las críticas que se hacen son constructivas para engrandecer más nuestra Semana Santa, puesto que hay cosas que hace falta cambiar y tener en cuenta. Seguid así.
Enhorabuena por todas y cada una de las crónicas de esta Semana Santa. Un saludo