“Amaros los unos a los otros como yo os he amado” (Juan 13:34). Seguramente porque así lo mando el propio Jesús, no existe otro camino para llegar a Él que no sea a través del Amor. Un amor que derrochó en su Pasión y que sigue mostrando en cada celebración de la Eucaristía en la que se nos presenta como Amor verdadero.
Así lo entiende también la Hermandad Sacramental del Perdón, que cada año, coincidiendo con la celebración del Corpus Christi, celebra su Triduo Eucarístico en el que el Santísimo Cristo del Amor, el mismo que con un beso fue traicionado, sostiene el cáliz de su sangre, derramada por Amor. Tres días de oración en Cristo Rey que culminaron con un Besapié en el que María Santísima de la Esperanza estuvo muy cerca del Hijo Salvador. Un altar de cultos efímero de gran belleza el que construyó la hermandad del Miércoles Santo y con el que culmina un curso cofrade intenso.
Fotografías: Manuel Quesada Titos