Tendida y cercana. Así ofrece su mano María para que cualquiera de nosotros la tome y nunca jamás la suelte. Porque agarrados a ella, con firmeza y dulzura, el camino será llevadero y por más peligros y problemas que en él aparezcan, Ella sabrá redirigir el sendero para acercarnos a la Divina Trinidad de un Dios que quedó cautivo de su mirada.
Tres días de Triduo celebró la Hermandad del Cautivo a su Titular Mariana. Tres porque tres son las personas de un mismo Dios, Trinidad Santa, un solo Dios. Jornadas en las que la feligresía de Santa Isabel se acercó a su Virgen, porque así la entienden y la quieren, y hasta les puso la mano para que besaran su divina hermosura. Incluso los niños que a diario grita, juegan y estudian muy cerca de estos muros, quisieron ver de cerca y tocar la bella estampa de María Santísima de la Trinidad, que les ofreció su mano para que, junto a Ella, se hagan mayores.
Fotografías: Manuel Quesada Titos