El pasado 2 de febrero, el Movimiento de Vida Ascendente celebraba en Jaén el Día de los Mayores, con motivo de la fiesta de la Presentación del Señor. La jornada celebrada en el Seminario Diocesano de Jaén comenzaba a las 11 de la mañana con la acogida y la conferencia ‘Simeón y Ana, los ancianos de la esperanza’ de D. Carlos Martínez, anterior consiliario del movimiento. “Debemos intentar ser como Simeón y Ana. Es muy importante para nosotros hoy ser positivos como Ana. Ser positivos para nuestros hijos, para nuestros nietos. El mundo en el que vivimos está enfermo de melancolía, cargado de desilusión, de pesimismo, falto de esperanza. La vida de las personas se va haciendo insensible y apagada. Le va faltando empuje e entusiasmo”, aseguraba el sacerdote durante su conferencia. Igualmente, explicaba que es posible alcanzar la auténtica felicidad: “la profunda y auténtica felicidad la encontramos cuando Dios es el centro de nuestra vida y eso nos impulsa a servir, a amar y a ayudar al prójimo”.
El momento central de la celebración fue la Eucaristía, presidida por el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo, y concelebrada por el consiliario de Vida Ascendente, D. Facundo López y otros sacerdotes de la diócesis. Así, coincidiendo con el día de la ‘Candelaria’, la ceremonia se iniciaba con la procesión de las candelas. Durante su homilía el Sr. Obispo destacó el papel fundamental de los ancianos en la sociedad y en la Iglesia actual. “Quiero felicitar a Vida Ascendente porque son imagen de Simeón y de Ana, de José y María. A sus años buscan a Dios, incluso, con más fuerza que en otras etapas de la vida. Tienen más fuerza, más tiempo, más experiencia, más conocimientos… y por eso la vida de las personas mayores en la Iglesia es esencial. Hoy más que nunca hacen falta testigos del Evangelio”. Asimismo, la jornada finalizaba con una comida fraternal, entre los más de 200 miembros del movimiento procedentes de distintos puntos de la provincia.
Vida Ascendente es un movimiento de Apostolado seglar, compuesto, principalmente, por personas jubiladas y mayores. Sus pilares fundamentales son la amistad, la espiritualidad y el apostolado. “Cuando la sociedad se empeña en arrinconar todo lo viejo, en Vida Ascendente vivimos la alegría de la existencia y la alegría de influir en la sociedad y de hacer cosas interesantes. Queremos ser mayores capaces de aportar a la sociedad un testimonio cristiano, capaces de vivir con alegría a pesar de las dificultades, y capaces de compartir con los demás la riqueza de nuestra fe”, asegura María Dolores Núñez, presidenta diocesana de Vida Ascendente en Jaén.
En Jaén Vida Ascendente está constituida por 36 grupos de toda la diócesis. Grupos muy variados de personas con un objetivo común: vivir con alegría su fe y sentirse útil en la sociedad, mostrando al mundo la figura de Jesucristo.