24 de Marzo de 1932: Un día difícil de la Semana Santa Jiennense

En estos tiempos en los que se habla en los círculos cofrades de que la Semana Santa Jiennense no está pasando por sus mejores momentos y del carácter cíclico de la misma, es bueno hacer un repaso por alguno de los momentos en que las cosas fueron más difíciles para ver que el sentimiento cofrade siempre ha estado presente en mayor o menor medida en el pueblo de Jaén. 
Uno de estos momentos en los que nos vamos a detener es la Semana Santa de 1932, en especial las horas que van desde el Jueves Santo al Viernes Santo, los días grandes de la Pasión y Muerte de Jesucristo. Hacemos esta parada por en el recorrido de la semana Santa Jiennense es obligatorio detenerse en el año 1932. 
El 14 de abril de 1931 se proclama en Madrid. La II República. La II República se instituye con un marcado carácter laicista, donde el fenómeno religioso se ve como algo negativo, lo cuál se va a plasmar en la Constitución de 1931. Algunos de sus artículos van a establecer que todas las confesiones religiosas serán consideradas como asociaciones sometidas a una ley especial (Art. 26), que el Estado, regiones y provincias no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán económicamente a las Iglesias, asociaciones e instituciones religiosas, así como que quedarán disueltas determinadas Órdenes Religiosas siendo nacionalizados y afectados sus bienes a fines benéficos y docentes.
En especial es obligado citar el Art. 27 que expresamente señala que: “Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada caso, autorizadas por el Gobierno”.
La consecuencia lógica que se dejó notar en la gran mayoría de las Hermandades fue la de una reducción de cofrades y colaboradores.  
La Semana Santa de 1931 se celebró el 2 de abril por tanto antes de la proclamación de la República, de ahí que sea la Semana Santa de 1932 la primera tras la proclamación de la República. Sin duda son momentos de mucha incertidumbre los que se van a vivir en el mundo cofrade jienense. 
La situación es idéntica en todo el territorio nacional existiendo diferencias sustanciales entre diferentes municipios tal y como se desprende del ABC de 23 de marzo de 1932 (miércoles santo). Hay municipios como San Fernando, Sevilla, Gijón o Alicante en donde no se celebran procesiones limitándose los cultos al interior de las Iglesias y otros como Zamora, Tortosa o Cartagena dónde las cofradías deciden salir a la calle. 
Este es el panorama al que se deben enfrentar las cofradías de Jaén el 24 de marzo de 1932. Como muestran las crónicas de la época las condiciones meteorológicas eran las idóneas para hacer la manifestación de fe en la calle de manera que la decisión estaba clara; salir a la calle pese a la II República o realizar los actos de culto en el interior de las Iglesias.
Esta difícil decisión lejos de tomarse dicho día comenzó a fraguarse el 10 de febrero de dicho año, donde las distintas cofradías tuvieron una reunión con el Gobernador Civil D. Enrique Martín de Villodres para que éste autorizara la celebración de las procesiones.
Tras este encuentro cunde el desánimo y cofradías como el Santo Sepulcro y Nuestro Padre Jesús en sus Juntas Generales de 28 de febrero acuerdan “suspender la procesión no contando con el fervor acostumbrado y deseando evitar cualquier accidente que pudiera ocurrir”. Las amenazas de exaltados se suceden y parece claro que ese año no iban a salir a las calles las procesiones como así se recoge en el ABC de 2 de marzo de 1932. 
Pese a las adversas circunstancias las cofradías solicitaron preceptiva autorización al Ministro de Gobernación para celebrar las procesiones. La respuesta a esta solicitud se produjo en un comunicado del Gobernador el 12 de marzo donde el Ministro autorizaba la celebración si bien no se aseguraba el mantenimiento del orden público durante el transcurso de la procesión.
Ante este comunicado la Hermandad de la Expiración el día 20 de marzo decide hacer estación de penitencia “. . .confiando en la hidalguía y sentimientos de los vecinos de esta ciudad. . . ” aunque aprueba realizar turnos de cofrades para escoltar al Cristo de la Expiración ante los posibles hechos que se pudieran suceder. 
A pesar de la favorable noticia del Ministerio la Hermandad de Nuestro Padre Jesús, Veracruz y Santo Sepulcro decidieron no hacer manifestación de fe en las calles de Jaén. La decisión de no salida de Nuestro Padre Jesús fue de gran polémica debido al gran fervor de la imagen, considerándose que ésta debía salir por ser del pueblo de Jaén y no sólo de la cofradía. Los sucesos llegan hasta hechos inesperados, ya que la Comisión de Obreros afirma que Nuestro Padre Jesús debía salir sí o sí incluso formulando amenazas contra el Gobernador de la cofradía.  
Con estos antecedentes se llega al 24 de marzo de 1932. La Hermandad de la Expiración confirma su decisión y llevó a cabo la salida procesional si bien acortó su itinerario. De esta manera la Hermandad de la Expiración se convirtió en la primera Hermandad de Jaén en salir a las calles en durante la II República, sin duda un gran acontecimiento para la historia de la cofradía y de la Semana Santa de Jaén. 
Tras celebrarse la estación de penitencia de la Expiración sin altercados, el mismo 24 de marzo de 1932 el gobernador de la cofradía de Nuestro Padre Jesús y vista la presión existente para que se celebrase la procesión decide por su cuenta y responsabilidad que la procesión se lleve a cabo contraviniendo la decisión adoptada por la Junta General de la Cofradía. La procesión se llevó acabo sin sucesos que destacar negativamente sino que tal y como indicó el Gobernador de la Cofradía el desfile de Nuestro Padre Jesús fue “triunfal”. Sin duda fue una manifestación de que Nuestro Padre Jesús “. . .  es del pueblo de Jaén, aunque la custodia y el culto esté a cargo de la Hermandad. . .” como reconoció el Gobernador de la Cofradía e incluso llegando más lejos y diciendo que: “. . .la Cofradía no podrá nunca disponer libremente, ni tomar acuerdos radicales, que estén en pugna con los sentimientos del vecindario de Jaén. . .”. Tras el desfile y ese mismo Viernes Santo el Gobernador presentó su dimisión. 
Con esta dimisión finalizó la Semana Santa de 1932 una sin duda, a la vista de los acontecimientos, de las más difíciles que se han vivido donde fueron muchos los sentimientos que se cruzaron tanto en el pueblo de Jaén como en las personas encargadas de tomar las decisiones. Es por ello que más allá de las ideologías y de las ideas de cada uno es digno de alabar los hechos que se produjeron ese 24 de marzo de 1932, tanto de las cofradías que decidieron permanecer en sus Iglesias como aquellas, principalmente la de la Expiración, que decidieron salir a la calle y dar una nueva manifestación de fe, de catecismo público a los jiennenses.

BIBLIOGRAFÍA:

Agnus XXXIX 54: Expiración.
Edita: Real Hermandad Sacramental y Cofradía de Nazarenos del Stmo. Cristo de la Expiración, María Stma. de las Siete Palabras y San Juan Evangelista de Jaén. 
“Nuestro Padre Jesús Nazareno: Leyenda, historia y realidad de la imagen y su Cofradía”. Manuel López Pérez, Mª Amparo López Arandia y Mª Teresa López Arandia.
 
 “Historia de las Cofradías y de sus procesiones de Semana Santa en la ciudad de Jaén” Rafael Ortega Sagrista.
 
 “Insigne y Real Congregación del Santo Sepulcro de Cristo y Siervos de la Orden Tercera de Nuestra Señora de los Dolores. Historia, tradición y religiosidad de cinco siglos” Manuel Lopez Pérez.

7 comentarios en “24 de Marzo de 1932: Un día difícil de la Semana Santa Jiennense

  1. Esto es muy bien para que los Señores del Ayuntamiento, Diputación y competentes en el tema, sepan lo que costo mantener parte de este patrimonio que ahora tenemos, en aquellos años tan difíciles para la cofradías y en si para la propia iglesia, gracias a esas hermandades y personas que se jugaron incluso sus propia vidas, para mantener ese patrimonio de la destrucción incluso de las llamas, den ayudas a las cofradías para mantener ese patrimonio cultural y no se la den siempre a mi juicio a quien menos lo necesita…un saludo..

  2. ya que se han puesto a cambiar los nombres de las calles, se las podian dar a las personas que arriesgaron su vida por su fe y porque generaciones futuras como nosotros tuvieramos un patrimonio artistico de un valor incalculable y no darselas a gente que no tiene nada que ver con la ciudad o nombres absurdos

  3. Gracias a Pedro J. Cuadros por esta documentada información. Hubo otro momento en el que la valiente (como apunta Tomas) Cofradía de la Expiración “puso una pica en Flandes”. Fué el 6 de Abril de 1.939, 5 días despues de finalizar la guerra civil. Con muy pocos medios y practicamente sin preparación, ese Jueves Santo salió en Procesión desde la Catedral, donde había estado escondida la imagen, siendo la primera cofradía que procesionaba tras la guerra.
    Mas información en: Rafaél Ortega y Sagrista, “Expiración, cien años de una cofradía de Jaén”, pag 113 y sig.

  4. El libro al que hace referencia mi buen amigo Inocente es una referencia en la historia de la Cofradía de la Expiración y digno de leer por todos los cofrades de esta “valiente” Hermandad.

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