Unión de Hermandades de Jerez

Las hermandades defienden su labor como conservadoras de patrimonio histórico

El pasado fin de semana tuvo lugar en Jerez de la Frontera el cuarto encuentro de presidentes de agrupaciones y consejos de hermandades y cofradías de las capitales andaluzas y Jerez de la Frontera, al que asistió Francisco Latorre, presidente de la Agrupación de Cofradías de Jaén. Una cita tras la que se han hecho públicas una serie de conclusiones que tienen como elemento diferenciador la importante aportación económica, social y patrimonial que desarrollan. En este sentido, señalan que “el elemento patrimonial y cultural, se fundamenta en la labor de conservación y ampliación del rico y amplio patrimonio que poseen las Hermandades desde hace siglos. Es destacable el número de Hermandades y Cofradías que sostienen, conservan y mantienen templos, iglesias, capillas, casas de Hermandades, haciéndose cargo no sólo de su costoso mantenimiento, sino incluso de su restauración y apertura no sólo a los fieles, si no al público general, que pueden disfrutar de siglos de historia y de un patrimonio cultural que enriquece la ciudad”.

Otra cuestión debatida y analizada ha sido la repercusión sociolaboral, relativa al mantenimiento de los oficios artesanales que viven y trabajan en su mayoría por y para las Hermandades. Según la Asociación de Artesanos de Andalucía existen más de 1.000 talleres profesionales que generan trabajo y del que viven más de 10.000 familias. Un dato, a modo de ejemplo, es el planteado desde la ciudad de Málaga, en el que para la restauración del trono del Cristo Resucitado se van a crear unos 31 puestos de trabajo.

Existe una relación de oficios artesanales relacionadas con las Cofradías, tallistas, restauradores, bordadores, orfebres, plateros, cereros, costureros, floristas, creando puestos de trabajo de forma directa e indirecta. No sólo generando una actividad, si no desde el punto de vista cultural, conservando oficios tradicionales, que estaría abocados a perderse. Incluso desde el seno de las propias Hermandades se potencia este tipo de actividad, desarrollándose por ejemplo, talleres de bordados, que enriquecen y mantienen estos oficios.

Otro elemento tratado en este último encuentro es el relativo al hecho de la globalidad de la Semana Santa, desde el punto de vista turístico. Sobre lo que supone el hecho de que la Semana Santa se exponga en la calle, que es ese patrimonio inmaterial que anualmente al público general se ofrece, y la repercusión que tienen para las ciudades, la ocupación hotelera y el sector servicios en general. Y todo ello, según los presidente, con las puntuales ayudas de la Administración, que si bien colaboran, a veces se hacen escasas.

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