Diócesis de Jaén

La Virgen de la Amargura recibe la Cruz al mérito policial con distintivo rojo

La Parroquia de El Salvador de Jaén acogió, como ya es tradicional, los primeros días de octubre, una Eucaristía en honor a la Virgen de la Amargura, patrona de la  Policía Local de Jaén, en la que se hizo entrega de la Cruz al mérito policial con distintivo rojo a María Santísima de la Amargura, Patrona y protectora del cuerpo de la Policía Local de Jaén desde el año 2002. La celebración eucarística, estuvo presidida por el Vicario General de la Diócesis, D. Francisco Juan Martínez Rojas, y concelebrada por el párroco de El Salvador, D. Francisco Rosales.

Además de miembros del Cuerpo de la Policía Local de Jaén, encabezados por su Jefe, D. Rafael Domingo Sánchez, estuvieron también presentes numerosos miembros de la Corporación Municipal. Junto al alcalde de Jaén, D. Javier Márquez, asistieron a esta celebración otros concejales del equipo de Gobierno, Dª Reyes Chamorro, Dª Rosa Cárdenas, D. Manuel Bonilla, D. Juan Carlos Ruiz, Dª Charo Morales, D. Manuel Heras, Dª Yolanda Pedrosa. Asimismo, acudieron los concejales no adscritos, D. Iván Martínez y Dª Salud Anguita. También asistieron a la Santa Misa una completa representación de todas las autoridades tanto locales como provinciales, civiles, militares y judiciales.

En su homilía, el Vicario General comenzó diciendo “la policía municipal de nuestra ciudad celebra a su patrona, y se reúne para impetrar su materno auxilio en el desempeño de su función, que no hace sino redundar en el bien común de toda la ciudadanía”.

Del mismo modo, D. Francisco Juan Martínez Rojas quiso poner de relieve la importante labor que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado realizan, en particular, destacó la de la Policía Local con estas palabras: “Por ello, en este mundo insolidario, donde se prima el interés y el bien particular, vosotros, queridos policías, sois un ejemplo de entrega y solidaridad. Nos veis a nosotros, y nos ayudáis en cualquier necesidad. Lleváis siempre el vestido del servicio y de la solidaridad. Por eso, vuestro cuerpo está tan arraigado en el imaginario colectivo del pueblo español. Sois del pueblo y servís al pueblo. Con vuestro espíritu de sacrificio, para muchos de los vuestros incluso hasta la muerte, podéis hacer vuestras las palabras de San Pablo: Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy entrenado para todo y en todo: la hartura y el hambre, la abundancia y la privación.”

 

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