Domingo Sanchez Mesa

En pro de la labor que pretendemos llevar de rescate de las figuras más importantes del mundo cofrade debemos viajar hasta Granada, más concretamente a un pueblecito granadino a 6 kilómetros de la capital granadina, para hablar de uno de los grandes imagineros que nos ha dado el siglo XX. Nos referimos a Domingo Sánchez Mesa insigne escultor granadino que alcanzó fama, prestigio y lo más importante el cariño de sus paisanos.

Domingo Sánchez Mesa nació en Churriana de la Vega (Granada) el 1 de febrero de 1903. Desde muy joven se dio cuenta de su vocación, la de ser escultor. Sin duda alguna una extraña vocación en un niño hijo de agricultores y sin precedentes familiares artísticos. Pero para ser un genio hacen falta unas cualidades, cualidades que a sus 8 años de edad ya dejaba entrever con las esculturas que modelaba en barro. A los 14 años abandonó su pueblo natal, si bien estuvo muy unido a él durante toda su vida, para dirigirse a Granada. En Granada comenzó a formarse en el mundo de las Bellas Artes. Primero comenzó en el Colegio de los Escolapios y más tarde en la Escuela de Arte de Granada donde conoció a Eduardo Espinosa Cuadros entrando a formar parte de su taller de imaginería.
Cuando había cumplido los 30 años de edad ya tenía su propio taller comenzando a recibir los primeros encargos de cierta entidad. Concretamente sus primeros encargos los realizó para municipios cercanos como Motril que habían advertido su calidad como escultor.

Durante la Guerra Civil su actividad como imaginero se vio mermada por los acontecimientos que asolaban el país. Pero tras este período negro en la historia de España volvió con fuerza montando su estudio en Granada.
A sus 40 años era ya un imaginero de renombre en Granada y los encargos se le multiplicaron. En esta época va a llevar a cabo una importante actividad por dos motivos; en primer lugar por su clase como escultor lo que le hizo valedor de numerosos encargos y por otra parte para recuperar la imaginería andaluza que había sufrido las garras de la guerra. Domingo consiguió que imágenes perdidas por la guerra Civil fueran sustituidas por obras de arte.

A lo largo de su vida tuvo varias localizaciones en la ciudad de Granada. Su primer estudio lo abrió en la Casa de las Chirimías de la Carrera del Darro, más tarde se mudó a la calle Animas y, finalmente, (año 1952)se estableció en Buensuceso 23. Su producción escultórica hunde sus raíces en la escuela granadina María Sta. Estrella (Jaén) de los siglos XVII y XVIII, siendo este periodo histórico una fuente inagotable de inspiración en la mayor parte de sus obras, aunque sin descartar su genio creador.

Su obra es ingente pero ello no supone que realizara trabajos en serie (propio de algunos imagineros contemporáneos) sino que para él cada obra era especial, diferente e íntima. Para Domingo cada una de ellas era “su imagen”, “su Cristo”, “su Virgen”.

Entre sus obras destacaremos; el Cristo de la Expiración (Cristo de Los Escolapios,1944) de Granada, el Misterio de la Oración en el Huerto de Granada, el Corazón de Jesús de la Catedral de Málaga, la Virgen de los Dolores de Jaén, Cristo de la Buena Muerte de Motril.

Domingo Sánchez Mesa fallece en 1989 a los 86 años de edad en la cuidad de Granada . El reconocimiento a toda una vida dedicada al arte la tuvo a título póstumo recibiendo la Medalla de Oro al Mérito por la Ciudad de Granada el 31 de marzo de 2006.

Su acercamiento a la Semana Santa de Jaén tiene mucho que ver con la labor de recuperación del patrimonio cofrade jiennense tras la Guerra Civil. De esta forma fue como recibió el encargo de tallar a María Santísima de los Dolores para la cofradía de la
Veracruz en 1948, obra subvencionada por la Guardia Civil muy ligada a esta imagen. Dos años más tarde tallaría el Señor de la Veracruz tras la perdida en la Guerra Civil de la imagen del “Señor del Trueno”. La creación del Cristo de la Veracruz la realizó copiando fielmente el afamado Cristo de las Misericordias de Granada de José de Mora. En la actualidad puede Cristo de la Expiración (Granada) decirse que es el Cristo más “desnudo” que procesiona en la capital
Años más tarde, en 1956, tallaría con gran dulzura a María Santísima de la Estrella, “reina de la Alcantarilla”

Las tres obras que realizara en los años 50 y que en la actualidad procesionan en Jaén son sin duda alguna de las más queridas por el pueblo de Jaén despertando un gran fervor entre los fieles de la capital. Sin duda Domingo Sánchez Mesa supo conectar su arte con el mundo cofrade jiennense.

La figura de Domingo Sánchez Mesa nos muestra una vida de arte, corazón y sacrificio. Una personalidad que no podíamos olvidar homenajear en Curiosidades cofrades. En definitiva, hablamos de un hombre que siguió su vocación para hacerse valedor de un puesto entre los mejores imagineros del s.XX y alumno aventajado de la llamada “Escuela Granadina”.

Es un artículo de Pedro J. Cuadros para www.pasionenjaen.com

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